12 de diciembre de 2010

*// Lección de inglés


- ¿Como debo contestar esa pregunta?- le pregunto regalándole mi mejor sonrisa – No me acuerdo.

- No, no sé – me responde con un aire de indiferencia y sin mirarme, mirando adelante y apoyando su cabeza sobre su mano.

La miré, era una colegiala preciosa, una nariz respingada y unos ojos puros e inocentes, estaba en quinto año de secundaria, era la chica mas revoltosa y loca (y a la vez refinada y linda) de su colegio (que no era un colegio refinado y lindo), su cabello siempre sujetado por un collet rosado, un collet simple, tenía una huella (casi imperceptible) de corte en la ceja izquierda que para nada desmejoraba su precioso rostro, era delgada y menudita, cuerpo y rostro digno de una chica deseada en el colegio. Uniforme azul, falda con cuadraditos como decoración, que cuando lo llevaba puesto al Británico, caía en la tentación de mirar sus piernas perfectas y claramente atléticas.

Me resolví en decir alguna burrada, para luego ser corregido, más me dolió la indiferencia de la dulce colegiala que se encontraba a mi lado, que el no saber responder una simple pregunta.

I … , I …, I don´t understand the question teacher – atiné a decir – con una ligera sonrisa realmente patética.

El profesor me miró de soslayo, me ayudo con la respuesta, seguí y repetí las frases que me proporcionaba como ayuda, las repetí y asentí con la cabeza como estando de acuerdo con él.
Luego el profesor prosiguió con la clase, volteó y comenzó a anotar algunos ejercicios.

Me dispuse a copiar al instante, con un pequeño rencor hacia esa colegiala hermosa que no me ayudo con la respuesta, total, no nos conocíamos ni nada, debería importarme un carajo, si tiene empatía conmigo era lo de menos, está bien, ya no le hablare, a la mierda, que creída.
Al acabar de escribir todo el ejercicio, el profesor nos pidió hacer pareja, “in pairs” he says, por una jodida circunstancia, no tenía nadie a mi lado izquierdo, solo la tenía a ella a mi costado, pero ella se apresuro a juntarse con un niño, sin detenerse a pensar con quien le convendría estar de pareja, otra razón por la cual me sentí ignorado, tuve que hacer pareja a pedido del profesor con un chico, que entendía un carajo menos que yo, pero me resulto agradable para poder aunque sea pasar el rato conversando sobre algún tema en particular.

Al término de la clase, me despedí del profesor y salí raudamente del salón, como si estuviera apurado, crucé el pequeño pasadizo, y me escabullí en el baño, deje mi mochila en el suelo, (siempre la dejo tirada por cualquier parte, se que nunca le pasará nada), me lave el cara, más bien me abofeteé la cara con agua, me crispe el cabello, y salí con dirección a mi paradero, crucé la mampara, a mi alrededor solo habían púberes queriendo fugar a sus casas, con la mera intención de hacerse una paja enardecidos por el agotador día del colegio y tener que venir a estudiar ingles para colmo de males. Caminé rumbo a mi paradero, caminé mirando hacia adelante, pensando en que hacer luego, cruzo el puente, me moría de frío, pero me rehúso a usar chompa, polera o lo que fuere, me resulta jodidamente incomoda, por mí andaría sin polo y con shortcito, ya bajando las escaleras siempre, pero siempre se tiene un grandioso panorama, pues se encuentra la universidad de Lima y es ahí donde encontraras una variedad de mujeres encantadoras, a las cuales uno se puede quedar mirando todo el día si es posible, contemplando esa pasarela de ninfas tan mágica, me detuve en la entrada de la universidad, mire por última vez las entradas y salidas de esas flacas endemoniadas, ya satisfecho mire a ambos lados antes de cruzar la pista, esperé a la orden del policía de tránsito que debía estar más aburrido por estar todo el día deteniendo y haciendo que avancen carros y pensando porque carajos no colocan un semáforo y me dejan de mandar a ser estas huevadas que para esto no he estudiado, supongo que algún día explotará de mover los brazos, tocar el pito, y vestir ese uniforme tan cargado, y secuestrara a alguna universitaria que salga vestida atrevidamente de la universidad, se la follará y tendrá por lo menos diez hijos para que la condenada aprenda lo que es bueno. Cruzo la pisto y miro de reojo al policía ya abriendo presagiado su inminente futuro, luego me detengo un rato a leer los titulares del quiosco, leo una serie de noticias, trivialidades como siempre, camino hacia el paradero con la cabeza levantada, mirando el burger King a mi izquierda y luego camino de frente viendo el letrero verde de la Javier prado que será mío algún día, me lo robaré y lo colocaré en mi cuarto junto con otros varios letreros que me he robado. Camino pesadamente pues no tengo apuro, no tengo preocupación ni nada parecido, los dos únicos cursos que llevo en Tecsup no los estudio, porque no me interesan en lo absoluto ( son un par de cursos de mierda ), doblo la esquina y … Me quedo impregnado en esos ojos tan dulces, en esa boca con la cual se harían maravillas, no aparto la mirada, naturalmente lo haría, mi cobardía siempre tiende a hacerlo pero esta vez es distinto, porque los ojos me corresponden, la colegiala bella del británico me está mirando, y me mira, me mira a escasos dos metros , no sé qué hacer, solo la miro, su mirada es blanca e inocente, me mira examinándome por dentro, desnudándome, me mira con la boca en forma de “o”, atinó a poner las manos en los bolsillos, su mirar se torna de soslayo con una insinuación de sonrisa, aparto la mirada y sonrío para mi, quizá vio algo en mi que le gusto-pienso, Bueno lo sabré mañana.