21 de marzo de 2010

*// Mi miss


Llegue tarde, es preferible pensar en llegar tarde a tu primera clase, es mejor hacerte a la idea, porque si piensas en llegar temprano de todas maneras llegaras tarde, y te sentirás relativamente mal, es un hecho casi irreparable.
Toque la puerta sin nerviosismo pues todos somos excusados el primer día de clases, no había que tener miedo de no ser invitado a pasar, ella abrió la puerta, quede tonto, es decir un poco mas tonto de lo que ya soy, fue una experiencia bellísima, ojos celestes preciosos, celeste como el cielo más limpio, digno de cualquier lugar de la sierra, rostro perfecto, postura perfecta, era fascinantemente linda, cuerpo fantástico, precioso, limpito, era la prueba contundente de que las princesas todavía seguían existiendo y que solo algunos seremos dichosos de ver, de que podemos percibir cuando una belleza nos resulta intangible, esta era la segunda vez en mi vida que tuve esta sensación, que te lleguen lindas palabras para dedicarle se hace más fácil aunque de todas maneras siempre quedan cortas para poder describir a una mujer tan extraordinaria, ella sería mi miss.
Me invito a pasar dándome una hoja, entre, mire a mis compañeros sentados en círculo en el suelo del salón, no había ni una chica que me llamara la atención tanto como ella, así que no me apeteció mirar con interés a nadie y me limite a ver la hoja que me dio la princesa, explicó ciertas cosas, de las cuales solo me intereso que no hubiera puntaje por los trabajos, pues según mi naturaleza iba a fallar en una o dos tareas que me asignaran, eso ya era un hecho. Luego tuvimos que memorizar el nombre de cada uno de nuestros compañeros, comenzando de la miss que se encontraba a mi costado, terminando en mi, juro por mi órgano reproductor que no conseguía acordarme de tres nombres y para colmo tenía que acordarme de casi veinte y luego decir el mío, que supongo ya no habría de recordar.
Luego de ello nos pidió pensar en un oficio y luego en una discapacidad, como nos encontramos sentados en círculo, el oficio que habíamos pensado lo tuvimos que pasar a nuestro lado izquierdo y la discapacidad al lado derecho, pensé de oficio en un técnico de futbol y en el de discapacidad en la penosa impotencia, de ahí nos dijo que teníamos que hacer lo que nos dijeron nuestros compañeros pero en mimo, sin chistar ni una sola palabra, los primeros compañeros que salieron ejecutaron oficios tan comunes con discapacidades tan reconocibles que no me llamaron la atención, hasta que le llego el turno a mi compañero a que le di mi discapacidad, él desde que lo vi, lo note como una persona bien imaginativa y prudente así que espere algo interesante en su representación, al momento de realizar el oficio el cual era de baterista, y la discapacidad de impotencia, lo hizo de una manera prudente de tal forma que miraba su parte intima y hacia negación con la cabeza dando entender que algo estaba mal, y luego se sentaba en su batería para proceder a tocarla, luego de acabar de tocar su batería se fue caminando mirando su pequeñez y negando nuevamente con cara de preocupación, ya está, le capte el oficio y la discapacidad rápidamente pero la miss que se había dedicado tan esmeradamente a repartir consejos a todos de cómo se tendría que hacer la pantomima de la discapacidad, que ella les había deducido, no lograba descubrir cual su discapacidad, y al momento que mi compañero la menciono se limito a sonreir, a regalarnos una deliciosa sonrisa evitando algún comentario, no había calculado que alguien dijera esa discapacidad, con lo que llegue a la conclusión de que una princesa no entra en esos detalles tan lujuriosos y sucios aunque me hubiera fascinado escuchar algún comentario y alguna sugerencia al respecto, que rico hubiera sido.
Siempre observaba a todos con una sonrisa congelada, una sonrisa que regalaba vida, que emanaba inocencia y alegría, era encantadora de lejos y era divina de cerca, verla alejarse o despedirme de ella era como el final de mi permanencia en el cielo.
Ella siempre tan apasionada con su trabajo, que genial era con sus acotaciones, que atenta con cada interpretación de cualquier alumno, que loable persona es.
Uno de todas maneras conoce a una persona que lo deja perplejo por su manera de ser, por su manera de trabajar o por lo bonita que es, en este caso lo experimente todo ello en una persona.

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